VIAJES DE EXPLORACIÓN DEL SIGLO XV
Europa estaba formada por una serie de estados para el siglo XV. Algunos eran grandes, como Inglaterra y Francia; otros eran ciudades-estados, como Venecia y Génova; otros eran pequeños, como Portugal; otros eran ducados, principados, marquesados, obispados, que formaban el llamado sacro Imperio romano-germánico; otros eran reinos que luchaban para unificarse, como los de Castilla, Aragón, León, entre otros, que sostenían desde hacía siglos guerra con los árabes en la Península Ibérica y que, bajo el liderazgo de Castilla, lograron vencerlos definitivamente en 1492.
Los diferentes Estados europeos mantenían comercio con Asia. Traían diversos productos, entre ellos seda y especias (clavos de olor, canela, nuez moscada, pimienta, y condimentos del mismo género), lo mismo que perfumes, marfil, piedras preciosas.
Desde el siglo XIV Venecia ejercía un gran monopolio comercial, pues tenía el control del llamado “camino de la seda” (por el mar Negro, entrando por Constantinopla, hacia la China) y del “camino de las especias” (hacia la India y el sur de China, por la vía del Mar Rojo-océano índico). A Venecia llegaban los productos orientales y desde allí eran distribuidos por toda Europa, con notable encarecimiento de precios.
En 1453 los turcos, que venían invadiendo diversos territorios, tomaron a Constantinopla. Los venecianos pactaron con ellos y el monopolio de aquella ciudad-Estado se mantuvo El absolutismo, sistema de gobierno propio de los estados europeos, se veía en desventaja frente al monopolio veneciano. Necesitaba, para mantenerse, la solidez económica. Por esta razón los diferentes gobiernos buscaron solucionar el problema tratando de encontrar nuevas rutas para mantener el comercio con Asia.
En Europa se había extendido la concepción renacentista en que se rechazaban muchas creencias de la Edad Media, entre ellas la de que la Tierra era en forma de disco, que no se podía navegar al sur del Ecuador porque había el peligro de que los barcos se incendiaran. Por el contrario, se creía que la Tierra era redonda y que los mares se comunicaban; por lo tanto, no era rechazable la posibilidad de ir a la India navegando por el Oeste.
El empleo del papel en Europa y la invención de la imprenta (por Johan Gutenberg, alemán, en 1439) permitieron que se propagaran en el continente nuevas concepciones sobre el mundo, lo mismo que noticias, como el viaje del veneciano Marco Polo al Extremo Oriente.
El Libro de las Maravillas, escrito por el viajero, relataba su conocimiento de China y la India durante su permanencia allí en el siglo XIII, y hablaba de grandes riquezas en oro, sedas, piedras preciosas en aquellas tierras. Esto despertó el interés general por conocer el Extremo Oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario